EL TRAJE
DEL DESTINO
Las puntadas
señalando, paulatinamente el recorrido,
laboriosa su
costura
la constancia,
el color, el diseño requerido,
las formas, el
donaire, ideándose el tipo.
El traje del
destino,
una ardua
misión, el modisto regocija sus sentidos
acaricia su
textura, la tendencia requerida destacada en su trofeo,
el delirio le
conduce meciéndose en las mismas entretelas.
El arte, la
sensación, la disciplina, su fragancia, el hilo lleva de seda,
el escote, los
puños, las sisas, el bajo y el talle,
los pliegues,
ojaladuras, botones, los bolsillos van cerrados,
sin introducir
las manos, no queden exagerados.
El maniquí se
viste de optimismo, delicia por el gozar,
pasea por el
ruedo de la vida
de un lado hacía
otro, pretendiendo impresionar,
a todos
embelesar, y conseguir extasiar.
El traje del
destino, investigando los corazones,
las estrellas y
su hábitat para poder expresar
el privilegio
nacido en la vorágine del alma,
repujado con
exquisitas violetas haciéndose resplandecer.
Ana María Cáliz
Diseño de Ana María CálizPuente del Dique Juan Carlos I _ Huelva
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